miércoles, 19 de junio de 2019





Entrada de valoración del curso 2018-2019

   
   El motivo por el que este año fui por economía, y por el que seguiré al año que viene no tiene mucho misterio: Me encantan las ciencias sociales. Estaba seguro de que me daría clase Rosa otra vez, pero el primer día cuando la tutora nos dijo que nuestro profesor se llamaba Jesús. En el primer momento que vi a Rosa la pregunté que cómo nos había abandonado, y ella me dijo que el profesor que venía era muy bueno. "A saber" pensé, "aquí te sueltan a cualquiera y les importa bien poco".

   Llega el primer día de clase y cuando entra Jesús por la puerta, yo en todo mi convencimiento liberal no pude más que comentarle a Miguel: "Verás, este fijo que es comunista". Lo cierto es que en ese momento mis convencimientos sobre la economía y el mundo en general iban bastante a lo sencillo: La economía no es más que gráficos y a las personas se encuadran fácilmente en bloques. Sin embargo según iba contando el profesor el método de trabajo a mí se me van iluminando los ojos, y al final de la clase la idea con la que me quedé  para mis adentros fue un "Vale, vale, vale; será de Podemos, pero yo creo que se lo podemos pasar. ¡Por fin una asignatura que nos mandan por trabajos y encima en economía!"

   Con el tiempo nos fuimos dando cuenta de que Jesús comunista precisamente no es, por no decir que todo lo contrario. Y es que precisamente lo que más me interesado del curso ha sido simplemente, su pensamiento. Algo totalmente fuera de lo que hasta entonces había escuchado, planteándose las cosas desde la base, en vez de dar las cosas por supuestas.

   Porque es muy fácil abrir un libro y explicar cómo funciona el sistema y en base a ello decirnos: "Todo lo que podéis hacer con la economía, que es así porque es así, es subir y bajar el salario mínimo, aumentar o reducir la presión fiscal y liberalizar o proteger el comercio. Por cierto, este es John Maynard Keynes. A partir de hoy quiero que le recéis todas las mañanas y todas las noches antes de dormir." Eso es un libro de economía de cuarto de la ESO y primero de bachillerato, y supongo que es también con lo que me encontraré en segundo. Sin embargo Jesús te muestra una cara distinta de la economía, el por qué el sistema del Estado de Bienestar es como es actualmente, cuales son sus fallos cuales sus ventajas, el problema de la deuda, del consumo, de la energía, autores diferentes... De repente tienes que ser crítico no sólo con subir y bajar los impuestos, sino con el funcionamiento del mundo entero y, por supuesto, con la responsabilidad que a ti te corresponde asumir de ese mecanismo. Lo cierto es que eso es algo que en ocasiones a la gente no le gusta. Quizás porque es demasiado complicado, quizás porque tienen miedo a salir de la caja, porque no quieren plantearse su propio sistema de vida. Quizás simplemente por dormir tranquilos, seguramente sea tan sólo por dormir tranquilos.

   Lo tres aspectos más positivos para mí de este curso van más allá de los temarios aprendidos. Los realmente importantes han sido, en primer lugar, aprender a pensar fuera de la caja, no sólo de la nuestra propia, para ver otras vías a mis propios planteamientos, sino a salir de la caja de las diferentes líneas de pensamiento y de la sociedad. En segundo lugar, aprender a trabajar como si me encontrase en una empresa. Matarme para entregar un trabajo como sea ese día a esa hora, y al acabarlo sentir satisfacción y no rabia, por estar haciendo lo que me gusta en vez de matándome para estudiar un examen. Por último, el haberme replanteado muchas cosas traspasándola de las clases a mi vida diaria: Tanto los hábitos de trabajo, como los planteamientos sobre el consumo, los planteamientos a gran escala y ser el ser crítico con toda idea aportada por quien sea en el campo que sea, el placer por trabajar de otro modo y los métodos de organización, etc. Porque a veces pensamos que el instituto debe reducirse a un profesor en una tarima, un temario y un examen, pero lo cierto es que en años como estos todavía nos queda mucho por aprender orientado hacia nuestro día a día, nuestra vida, y que el temario aprendido para los exámenes podrá quedarse o no grabado para siempre en nuestra memoria, ¿pero vale realmente para algo? Supongo que en parte sí, hay que saber aplicar la teoría para llevar a cabo la práctica, ¿pero acaso la gente trabaja de memoria? ¿Te piden en un trabajo que les recites el temario de la carrera? ¿O más bien que tú, con tus medios y tu forma de manejarte les des el resultado que ellos quieren? Todas estas preguntas tienes su respuesta que se resume en que el sistema educativo precisa de cambios para orientarse hacia el trabajo y no hacia la memorización y el acomodamiento, hacia la vida y no hacia las aulas. 

   Además quiero destacar la competencias adquiridas a nivel de la materia, a nivel de uso de los recursos TIC, y de escritura y redacción, las cuáles a pesar de haber sido enormes quedan poco a la vista detrás la importancia de todo aquello que aporta el nuevo sistema de aprendizaje aplicado por Jesús.

   Ahora bien, lo más positivo del curso, muy por encima de todo esto, ha sido encontrarme con un grupo como con el que me he encontrado. Eso sí que me ha hecho sentir como si trabajase en una empresa. Un grupo muy heterogéneo que nos hemos compenetrado como auténticos profesionales. Todos con nuestras aptitudes y nuestras carencias hemos ido llenando huecos hasta formar un vínculo que, aunque ya éramos muy muy amigos de antes, te lleva un pequeño paso más allá. "Sí, con estos tres figuras hice aquel vídeo". Cuando cuatro personas se matan a trabajar conjuntamente, totalmente dispuestos a hacer el que sea lo que sea, en lugar de pelearse por tratar de hacer lo menos posible, y tienen unos resultados como los que tuvimos (y aunque no hubiesen sido tan buenos), aprendes la importancia del trabajo en equipo y de la coordinación. 

   Realmente ha sido una experiencia enormemente satisfactoria compartir este año con uno de los mejores profesores que he tenido nunca y con el que pretendo mantener el contacto, y con los tres fieras con los que he formado este grupo de trabajo. Quiero dar las gracias a todos ellos por haberme enseñado tanto durante este año, en el que las cosas han marchado a otro nivel, en el que realmente he disfrutado con el trabajo día a día.
De verdad, muchas gracias.


#somosguapos

                    



viernes, 14 de junio de 2019

¿Nacional ecologista?




¡¡Pues que sepan que yo a partir de hoy me declaro Nacional ecologista!!

Y puede ser que a alguno le suene raro...

  Por supuesto es una broma, no guardo ninguna simpatía con ese capullo a quien todos reconoceríamos de sólo verle el bigote. Pero vamos a cambiarle el nombre y a pensarlo un poco: Un ecologismo nacionalista. ¿De verdad son conceptos tan antagónicos? Dentro de todas las variantes que estos dos movimientos sociopolíticos puedan tener, sin referirme por supuesto a ninguna posición extremista, encontramos que tanto el uno como el otro propugnan y persiguen la autarquía. Y de eso es de lo que precisamente quería hablaros hoy, de la autosuficiencia, en este caso, energética. 

   Lo cierto es que se avecinan tiempos de cambios, y son estos periodos de grandes transformaciones históricas en los que se decide quiénes quedarán a la cabeza del mundo y quiénes un poco más atrás. Empezaremos por el cambio climático y el cénit de los combustibles fósiles junto con sus consecuencias, y a continuación analizaremos las medidas a adoptar contra los problemas que amenazan nuestro tiempo, las aportaciones macroeconómicas de las energías renovables, el autoabastecimiento energético, por qué España tiene un gran futuro en este campo, y qué nos aportaría esto a nivel internacional.

  ¿Es posible creer y preocuparse por el cambio climático y al tiempo buscar un mayor poderío nacional? Alguno de Podemos posiblemente diría que no. Bueno, vamos a verlo.


1. El cambio climático y el fin de los combustibles fósiles, ¿es posible que sean algo más que sandeces?

El cambio climático

   Hasta hace no mucho tiempo, yo era un negacionista empedernido, y es probable que alguno que esté leyendo esto también lo sea, por tanto, creo que es importante abordar este punto en primer lugar.

   El martes pasado mantuve una conversación con Alejandro, un amigo que nunca ha creído demasiado en el cambio climático. Por suerte, lo apunté todo:

 - ¿De verdad ahora tu también crees en ese tipo de cosas? Vamos hombre Jaime, que tú eres una persona inteligente que sabe cuándo lo que tiene delante es una pantomima para ganar pasta.

 - Bueno, entonces igual podrías darle una oportunidad al asunto, ¿no crees? Como bien has dicho, se reconocer cuándo algo es o no es un cuento. 

 - Ja! Yo le daré una oportunidad cuando me plantes sobre la mesa
UN SÓLO argumento fiable, ¡Vamos, a ver si atinas!

 - Pues ya que lo comentas, el otro día encontré un estudio sumamente interesante. Lo cierto, es que en el hielo de la Antártida podemos encontrar un conocimiento seguro de cómo era nuestra atmósfera hace 800.000 años. ¿Cómo es eso posible te preguntarás? Lo cierto es que al congelarse el agua, quedan atrapadas en ella pequeñísimas burbujas de aire, y mediante su análisis, podemos conocer las ppm(partes por millón)de CO2 de la atmósfera, y al mismo tiempo, su temperatura. Lo cierto, es que nunca la cantidad de este gas se había multiplicado como en los últimos 300 años, en los que ha pasado de una cifra más o menos estable en una media de 280 ppm durante 800.000 años, a los 415'70. ¡Aquí lo tienes!


 - Bah, vale, ¿¡y qué!? No hay pruebas de que sea el ser humano el responsable de ello, la comunidad científica no está para nada de acuerdo, yo he leído varios artículos que aseguran lo contrario.
El ppm ha variado durante la historia en otras ocasiones de forma natural

 - Es cierto. Igualmente amigo, sin asociar la causa-consecuencia así a la ligera , es a partir de la Revolución Industrial cuando el CO2 junto con otros gases de efecto invernadero se dispara. Y no hay nadie que se atreva a negar que la quema de combustibles fósiles no genere gases de este tipo ¡Y además lo estamos haciendo en masa! Además, aunque haya científicos que nieguen esta relación entre ambas realidades, el 97% de ellos sí que considera que somos nosotros los responsables. El ipcc(Grupo Internacional de Expertos sobre el Cambio Climático en español)asegura que somos los seres humanos los causantes.

 - A ver, es posible que digan eso, pero no son más que intereses de empresas y países.

 - No negaré que hay intereses en este bando, pero como en todo, también los hay en el tuyo. Sin embargo, el ipcc no se mueve precisamente por el interés, sino que se trata de un grupo de expertos seleccionados por 197 países para la investigación del cambio climático. Detrás de las teorías negacionistas, por otro lado, hay multitud de empresas que las han financiado con el obetivo de continuar haciendo de su producción externalidades negativas que luego suframos entre todos, como es el caso de Nick Surgey, la mayor empresa mundial de producción de carbón.

 - ¿Igualmente si tan clara estuviese la situación de que hay cambio climático no crees que todos lo veríamos muy fácilmente?

 - Pues precisamente puede que el problema sea que no prestamos suficiente atención. 2016 ha sido ya el año más caluroso desde 1880, 2017, el segundo más caluroso, y 2018, el cuarto. En los últimos 22 años hemos batido récords en veinte veces ocasiones. ¿O no lo hemos notado en la ciudad? !Los veranos(en términos de calor)españoles ya son cinco semanas más largos que en los 80, la temperatura de nuestras ciudades ha subido el doble que la media mundial, dos tercios del país amenazan con convertirse en un desierto, y el Mediterráneo sube 1cm cada tres años! Mira, así ha subido la media de la temperatura global tan sólo en los últimos ciento treinta años:


 - Vale vale, puede ser, pero eso es culpa de China, no de Europa, que vierte el 84% de los plásticos que hay en el mar, y produce la gran mayoría de los gases invernadero de la atmósfera. ¿Y Estados Unidos qué? Si no se preocupan será por algo.

 - Es que por si fuera poco, China, que como ya has dicho se preocupa más bien poco por la contaminación y el cambio climático, ya ha comenzado la instalación masiva de fuentes de energía renovable. Según datos de la organización Bloomberg New Energy Finance, han invertido 133 mil millones en esta instalación, consiguiendo centrales que suman en total 53 gigavatios a lo largo de un año. Alemania fue considerada pionera en 2017 por conseguir apenas dos gigavatios anuales.

 - Mira... no lo sé. Ya leeré algo más sobre este tema, pero no me fastidies hombre. Igual tienes razón, ya le echaré un ojo.


   Yo terminé por reírme ante esto último, y él, riéndose también, me dijo que soy tan pesado con política y economía que igual hasta acabo de convenciéndole y todo. Es posible que también haya hecho que alguno de los lectores se replantee también este tema.  

   Lo cierto, y a estas alturas ya es innegable, es que el cambio climático ha llegado, y para quedarse. Ya no se habla de evitar sino de adaptarnos al cambio climático, hasta que podamos retroceder y recoger de nuevo la  correa al monstruo que hemos creado, pues como ya habéis leído, algunas consecuencias como el aumento de las temperaturas en el mundo y, en especial, en España ya las estamos viendo. Pero es tan sólo el inicio de lo que podría llegar a ser algo catastrófico si no actuamos ya.


A la izquierda, porcentaje de personas de a pie que creen en el cambio climático,
a la derecha, porcentaje de científicos que creen en él


Las consecuencias del cambio climático

   Desde enero de 2011, al principio de cada año el World Economic Forum realiza una lista de las principales amenazas para la humanidad. Al principio, tan sólo figuraban tres peligros: Epidemias, guerras y crisis económicas. ¿No se comieron demasiado la cabeza verdad? Sin embargo poco a poco otros asuntos fueron adquiriendo mayor prioridad. Hoy, la lista de los mayores riesgos a los que la humanidad son las armas de destrucción masiva, eventos meteorológicos extremos, crisis del agua, desastres naturales, y, por supuesto, fracaso de las medidas contra el cambio climático. No estamos hablando de una "subidita" de temperaturas que nos permita quitarnos la chaqueta un poco antes cada año, sino de un verdadero peligro para la humanidad, ya por encima de otros como la guerra.

 - ¿De verdad es para tanto?

 - Para tanto y mucho más amigo. 

   Todo en este mundo tiene sus causas y sus consecuencias. Detrás del cambio climático y de la lucha por el control de los combustibles fósiles, se desencadena toda una red de problemas que a cualquiera de nosotros le causará pavor. Y si he de ser sincero, a mí, me tiene acojonado: El cambio climático traerá consigo pérdida de la biodiversidad y cambios en las precipitaciones, que desembocarán en crisis de alimentos. Desastres naturales más intensos y frecuentes, que ya han comenzado a hacer acto de presencia. Sin embargo, al haber afectado sólo a los países más pobres no hemos hecho demasiado caso, pero cuando lleguen hasta nosotros, nuestras infraestructuras no estarán preparadas para ellos. Sufriremos una enorme crisis de refugiados por territorios ante la subida del nivel del mar, que han empezado a sufrir países como Kirabati, un pequeño conjunto de islas cercanas a Australia que pide ayuda porque sus territorios ya han comenzado a desaparecer mar (por supuesto no han sido muy escuchados), y son sólo los primeros de una larga lista en la que se incluyen ciudades como Venecia, Tokyo o Nueva York. Las protestas se harán continuas y masivas, el precio de la energía se disparará y la inflación más aún, caos y más caos que llevarán a gobiernos desbordados y colapsos nacionales, y, por supuesto, guerras.

En ocasiones nos resulta imposible creer que pueda ser cierto por lo dramática que resulta
la situación. O a lo mejor nos lo negamos a nosotros mismos para poder conciliar el sueño.



El cénit del petróleo (peak-oil)

   Tampoco quiero ser un alarmista ni convertirme en una especie de profeta que augure el mal de Dios, pero aún no he terminado. Y es que a parte del  cambio climático, tenemos un segundo problema. Vivimos en una sociedad industrial que ha sido construida sobre los pilares de las energías no renovables, en especial sobre el del petróleo. No sólo arranca nuestros medios de transporte, lo que ya le da un papel muy importante, sino que el 81% de la energía mundial procede del petróleo, el carbón y el gas y el 11'5% de las centrales nucleares. El tiempo natural de formación del "oro negro" según los expertos en este campo oscila entre cientos de miles de años a varios millones de años. No es una cifra demasiado exacta, pero creo que nos vale para hacernos una idea de por qué deberíamos ser cuidadosos y aprovechar correctamente su uso. ¿Hemos hecho lo que teníamos que hacer? Bueno, no exactamente, esta es la evlución del consumo energético en los últimos dos mil años:

   
 - Hombre eso es verdad, pero digo yo que tendremos petróleo para rato con lo grande que es el mundo. ¿No?

 - Pues... lo cierto es que no exactamente. Te explicaré:

   A mediados de los cincuenta el geofísico norteamericano Marion King Hubbert decidió investigar sobre el tan preciado material que los Estados Unidos habían comenzado a extraer en masa de debajo de sus suelos desde los primeros años de la década. Se convirtió en la primera persona en estudiar el ritmo de extracción del  petróleo, y en 1956, desarrolló La curva de Hubbert:

   Tras su investigación llegó a la conclusión de que la producción de todos los pozos petrolíferos tenía una representación en forma de campana, cuyo punto máximo es el cénit o pico de producción, donde se concentra la mayor producción de petróleo debido a su facilidad de explotación. A partir de aquí, la explotación se vuelve más complicada a medida que la cantidad de petróleo comienza a decaer. Como la todos los pozos se representan en forma de campana, la suma de todos los pozos por consecuente, también. En base a esta teoría predijo que el cénit del petróleo de Estados Unidos llegaría para principios de los setenta, y así fue. Concretamente en el 1971. A partir de entonces las compañías petrolíferas americanas salieron en estampida a conquistar nuevos yacimientos que les permitiesen continuar en el negocio. 


Curva de Hubbert


   La siguiente predicción de Hubbert fue un paso más allá. El cénit de la producción mundial de petróleo llegaría a principios del siglo XXI. Cincuenta años más tarde, la AIE (Agencia Internacional de la Energía) declara que entre 2005 y 2006 alcanzamos el pico de producción del petróleo.

 - ¿Cómo se va a estar acabando ya hombre, si yo sigo echándole gasolina a mi coche todos los días? Los gobiernos estarían avisándonos ya de ello y guardando petróleo, pero yo no oigo a nadie decir nada por ningún lado.

 - Multitud de organizaciones se hacen eco de ello, se organizan protestas en las calle, proyectos de renovación de nuestras energías, etc.; pero a los más mayores no les interesa, y si a ellos no les interesa, a los políticos tampoco. A menudo si no oímos es porque no queremos escuchar. 


   Desde el 2006 empleamos petróleos no convencionales, es decir, de calidad inferior y de mayor dificultad de explotación. Algunos ejemplos son el petróleo esquisto, las arenas bituminosas, o incluso medidas tan brutales que atentan ya no indirectamente, sino directamente contra el medio, como es el fracking, ese método de extracción que tanta polémica ha generado en nuestros pueblos. La Tasa de Retorno Energético (TRE) se ha desplomado totalmente. En 1859, se obtenían 100 unidades de energía por cada unidad empleada para la extracción. En la actualidad, el mejor petróleo disponible tiene una TRE de veinte a una, pero otros como los yacimientos de alta mar tienen tan sólo un 5/1, y Estados Unidos comienza a buscar el poder en Venezuela  para la consecución de un petróleo de dudosa calidad. Y es que el momento en el que el petróleo deje de ser estable está ahí, tan cerca de nosotros que provoca vértigo. Los expertos en el  campo afirman que es necesario un TRE mínimo de cinco a uno, como el de los yacimientos marinos, para mantener nuestra sociedad tal y como la conocemos.

 - ¿Comienzas a entender de lo que te estoy hablando no? Pues no te relajes, que no sólo el petróleo se rige por la curva de Hubbert.

   Todos los combustibles no renovables poseen un pico de producción, y por desgracia, estamos a punto de superarlos todos. Se predijo que el del carbón llegase entre 2018 y 2025. Por ahora no lo hemos alcanzado, sólo es cuestión de tiempo. ¿Y el gas, ese combustible fósil alternativo que "contamina mucho menos"? Entre 2020 y 2025 llegará a su cénit. ¿Energía nuclear? A pesar de no ser un combustible fósil, el Uranio también es un recurso no renovable, y al igual que el gas, llegará a la cima de la  campana entre 2020 y 2025. Este es un callejón sin salida. Los recursos se acaban, nuestro consumo aumenta, y el mundo tal y como lo conocemos está a punto de cambiar  por completo.

 - ¿¡Qué dices!? ¿¡Pero tendrá que haber alguna alternativa no!?

 - Las hay, las hay, déjame seguir con la explicación e irás viendo cómo podemos solucionar el problema. De momento continúa tan atento como hasta ahora.


Pico de extracción del petróleo en millones de barriles por año; desglosado en regiones
y tipos de yacimientos.


2. Las energías renovables, sus aportaciones macroeconómicas, y el futuro de estas en España.

Las energías limpias: El futuro

- Bueno, supongo que ahora me contarás la milonga de lo guays que son las energía renovables y de cómo con ellas vamos a salvar futuro. Igual podemríamos saltarnos esta parte.

 - !Jajajaja! No, ten por seguro que no todo es tan fácil. Si no, el problema ya habría sido solucionado hace tiempo.

   Actualmente, el consumo energético mundial es enorme, y las cosas no se pueden cambiar de la noche a la mañana. Las energías renovables disponen de una muy baja Tasa de Rentabilidad Energética, tienen una gran dependencia de los combustibles fósiles y de materiales raros para su instalación, mantenimiento y producción, y son demasiado intermitentes. Hoy por hoy circulan por el planeta, más de cien mil millones de vehículos privados , doscientos millones de vehículos de alta capacidad, veinte mil aviones comerciales, noventa mil barcos mercantes, etc. Es por eso que necesitamos más desarrollo y más inversión en I+D+i, la cuenta atrás ya ha empezado.

   Los avances en los últimos años en países como el nuestro han sido muy prometedores. En España, tres de cada cuatro casas ya se ilumina sólo con energía eólica, y el 39% de nuestra electricidad proviene de energías renovables, y controlamos el 10'5% de la energía ecológica mundial. Ya exportamos más energía verde que vino o calzado. Y, lo más importante, es que la energía eólica y la solar ya son las más baratas de todas. 




 - ¿Entonces cómo es posible que aún no nos hayamos pasado por completo al otro bando si hay tanto dinero? ¿No se supone que las empresas van detrás de los beneficios? ¿Por qué no se invierte masivamente en energías renovables?

 - Por supuesto, las empresas buscan su beneficio, esa es su función y su objetivo, el beneficio, pero el dinero ya invertido y la pasividad gubernamental suponen una enorme traba al desarrollo de estas nuevas tecnologías.

   Lo cierto es que las empresas energéticas, aunque sean conscientes de que el juego de los combustibles fósiles toca a su fin, han invertido ya millones de euros en el negocio del petróleo, en la adquisición de terrenos ricos en el material, maquinaria de extracción, refinado, etc.. Aventurarse a la inversión en las renovables es un enorme riesgo para ellas, por lo que prefieren mantener el juego todo lo que sea posible para amortizar la inversión. Aquí, el Estado debe asumir un papel principal, sin embargo, este no termina de tomar cartas en el asunto.

 - ¿El Estado? ¡Yo pensaba que tú eras liberal!

 - Claro, y lo sigo siendo, yo nunca he creído en las prohibiciones, las imposiciones ni en los impuestos coercitivos. En la conclusión final te explicaré cuál es el rol que para mí deben tomar los gobiernos.




Las aportaciones macroeconómicas y ecológicas de las energías renovables 
en España:

    España es, por sus cualidades geológicas y geográficas, uno de los países con más futuro en la producción de energías renovables. Según un equipo internacional de investigadores de la Universidad de Stanford (EEUU), formado por norteamericanos, alemanes y daneses; España podría para el 2050 autoabastecerse energéticamente. Sus cálculos estiman una producción del 33'5% de energía eólica, 17'2% de paneles solares en las casas, 13'6% de energía eólica marina, 11'0% de energía solar concentrada, 8'4% de plantas solares, 8'3% de paneles solares y 6'3% de plantas hidroeléctricas, junto con un 1'7% de producciones mediante otros métodos de menor importancia.

   La Asociación de Empresas de Energías Renovables realiza cada año una evaluación del impacto macroeconómico de las energías renovables. Los siguientes datos han sido tomados del informe del 2017: La aportación al PIB fue de 6.951 millones de euros, un 0'8% del mismo. El crecimiento de las empresas dedicadas a las energías renovables fue del 8'7%, y el empleo generado 78.667. La balanza comercial fue sumamente positiva, con un saldo neto exportador de 3.117 millones de euros. El ahorro en importaciones energéticas fue de 2.115 millones de euros y se evitó la llegada de 14.327.000 toneladas de petróleo y la emisión de 40.570.000 toneladas de CO2 a la atmósfera, lo que supone un ahorro de 237 millones de euros. Los ahorros del mercado energético fueron de 2.584 millones de euros.

   Sin embargo, las empresas dedicadas a las energías limpias luchan completamente contracorriente. Aunque los datos del 2017 sean sumamente positivos, estos no son más que la recuperación de un enorme desplome que sufrió esta industria en el 2013 con la creación del Impuesto sobre la Generación de Energía Eléctrica. El esfuerzo tributario de las productoras energéticas es del 3'3%, casi el triple que la media española, 1'2%. En 2012, el año de mayor bonanza de las energías renovables, durante el que generaron 10.286 millones de euros para el PIB, un 1'02% del mismo y daban empleo a 127.548 personas, 50.000 más que en 2017. Sin embargo, en esa época su contribución fiscal suponía un total de 569 millones de euros, mientras que hoy, es de 1.089 millones. No sólo deben abonar el Impuesto sobre sociedades, que constituye un 33% de su pago, sino además el impuesto a las energéticas, nada más y nada menos que un 60% de esta contribución.

Impuestos aportados por la industria de las energías renovables. En rojo, las subvenciones,
naranja otros impuestos, verde otros impuestos, amarillo Impuesto sobre Sociedades,
y en azul el Impuesto sobre la Generación de Energía Eléctrica.


3. Conclusión.

   El cambio climático ha comenzado finalmente a afectarnos, y el fin de las energías no renovables está por llegar. Las medidas son urgentes y necesarias. El mundo va a cambiar para sobrevivir, y es el momento de España para no quedarse atrás, e incluso para convertirse en una superpotencia ecológica, por medio de la exportación energética.

   Actualmente, el 72'3% de la energía es importada, principalmente de Rusia, Irán y Arabia Saudí y el gasto en esta importación energética es de 25.132 millones de euros,  es equivalente al gasto de cinco ministerios juntos: El de Fomento, el de Educación y FP, el de Sanidad, Consumo y Bienestar, y el de Ciencia, Innovación y Universidaes; que suman, entre todos, un gasto de 25.156 millones de euros.

   Como hemos visto, según un estudio de la Universidad de Stanford podríamos ser autosuficientes en la producción eléctrica, una cualidad que nos concede una enorme independencia de los diferentes poderes internacionales, además de poder explotar nuestra capacidad exportadora. No podemos continuar insistiendo en la industria minera que hemos arrastrado desde la Primera Revolución Industrial. Debemos actuar en base a la teoría de la ventaja comparativa de David Ricardo, explotando aquellas capacidades de producción en las que somos mejores que el resto. 

   Las consecuencias macroeconómicas que podrían derivar en el futuro de la inversión en las energías renovables resultan impresionantes. Según el mismo estudio de la Universidad de Stanford, evitaríamos 17.400 muertes por contaminación al año, junto con un ahorro de 150.000 millones de euros en medidas sanitarias y climáticas. Crearíamos tres empleos por cada uno destruido, y 155.000 para la construcción de infraestructuras junto con 164.000 empleos para el funcionamiento cotidiano.




   Sin embargo, todo esto necesitará de la intervención del Estado. Yo, personalmente, nunca he creído en las prohibiciones ni las obligaciones. Los beneficios fiscales, las ayudas a la inversión, al tiempo que se deben crear impuestos coercitivos para las producciones contaminantes. Pero no estoy hablando de medidas simples de unos pocos impuestos para aquí, otros pocos para allá. Desgraciadamente el panorama político no da tanta importancia como debería a la situación. Debido al desequilibrio en la pirámide de población, las personas más mayores son el público a captar, y no se encuentran demasiado interesados en el asunto. Ahora bien, ¿hasta cuándo alargarán este pasotismo metódico? Es necesario, bajo mi punto de vista, la entrada del Estado de forma directa en el asunto. La transición ecológica debe ser establecida como prioridad nacional, en primer lugar por el motivo ecológico: La Cumbre de París ya no habló de evitar, sino de reducir los efectos del cambio climático, y según los expertos, 2030 será la última llamada para evitar la irreversibilidad de los hechos. Y en segundo lugar, económico. Abanderarnos como superpotencia verde, no sólo nos concederá gran prestigio internacional sino que también nos dará poder para mover fichas en el objetivo internacional de llevar a cabo el cambio de la sociedad contemporáneas.

 - Estoy de acuerdo con todo lo que dices pero... ¿De verdad?¿España como potencia internacional?¿Tú crees que es posible? 

 - No lo veo como una posibilidad, sino como algo que debe llevarse a cabo. Sin embargo debemos ser nosotros, los de a pie, quienes lo exijan a los gobiernos, de no ser así, no habrá actuación que valga. Muchas personas ya creen en ello. Muchas empresas también. Es una oportunidad, un momento como los que se presentan una vez cada mucho tiempo, un momento para escalar como país y como sociedad.





Podréis encontrar la bibliografía de la entrada en el siguiente enlace: