viernes, 11 de octubre de 2019




El fracaso, un fantasma que persigue
hasta a los más grandes.

Aún cuando tienes el mercado a tus pies, la excesiva ambición o relajación, siguen sin ser una opción. ¿Coge buena fama y échate a dormir?¿Seguro?

     Para el siguiente proyecto, nuestro objetivo era descubrir el motivo de la caída de grandes imperios; y no, no hace falta rebuscar en la historia, no hablamos del año 476. Gigantes de la industria como Nokia, Blockbuster o Kodak forman ahora parte del pasado tras caer en bancarrota. Otras como BIC, o la menos conocida, Cereal Hunters, debieron plantear mejor sus estudios de mercado. Comenzamos.


Nokia: La avaricia rompe el saco

     La magnate en comunicaciones y tecnología de la primera década del siglo XXI. Fundada en Finlandia, nada menos que en mayo de 1865 fue, durante trece años, de 1998 a 2011, la reina de la venta de teléfonos móviles. Sin embargo, en los últimos treinta años el avance tecnológico ha sido de un calibre espectacular, quizás, demasiado espectacular. Con la llegada de los smartphones, el abanico de posibilidades era inmenso, y Nokia decidió ir a por todas ellas. Creó multitud de grupos de trabajo, y el ambiente interno de la compañía se descarriló. Ante unos accionistas impacientes y una directiva sólo abierta a nuevas noticias, había que ganar o perder. Aquel que consiguiese grandes avances obtendría muchas recompensas, mientras que, el que se quedase un poco atrás, estaba acabado. Así, en vez de grupos de trabajo, tenías una competición por equipos en la que la colaboración brillaba por su ausencia.

     Cuando quisieron darse cuenta, Google había desarrollado Android, y Apple IOs, y sus smartphones eran lo último del mercado. Sin embargo, su resultado fue multitud proyectos empezados sin nada sólido sobre lo que empezar a actuar. El resultado fue la pérdida de todo su poder para finalmente en 2013 ser absorbidos por Microsoft.


Blockbuster: Hay trenes que sólo pasas una vez

     Esta franquicia americana de videoclubes gozaba en los 90 del veinticinco por ciento del mercado mundial en videoclubes, con nada menos que nueve mil establecimientos a lo largo y ancho del mundo. 

     Pero en este tipo de mercados tienes dos opciones: O innovas, o naufragas. El alquiler de películas por correo, la guerra de precios de los DVDs, y el surgimiento de los vídeos bajo demanda en internet, junto con las infracciones de los derechos de autor que este nuevo medio traía consigo, acabaron con la empresa.

     ¿Podrían haber hecho algo al respecto? Ciertamente, no pudieron ponérselo más en bandeja. La ahora mundialmente conocida Netflix, llamó a la puerta de Blockbuster como startup, ofreciendo su modelo de negocio por 50 millones de dólares. Este, consistía en ofrecer al cliente todas las películas que quisiera al mes por una suscripción, en vez de cobrarles película a película. ¡Menuda locura! ¿Cómo vamos a hacer así dinero? Lo cierto, es que ese modelo de negocio les fue genial. Hoy, siguen con el mismo, pero esta vez a través de suscripciones por internet. Ya no te envían las películas por correo, sino que tienes un enorme catálogo de posibilidades en tu televisión,                     móvil o Tablet. Su precio actual es, nada menos que de 125 millones de dólares.

     Todo el mundo dentro de la empresa veía venir el desastre, pero nadie hizo nada. Rechazaron una gran oportunidad, tampoco innovaron por su cuenta; es decir, que esperaron a ver qué pasaría. En 2014, todas sus tiendas, a excepción de una, cerraron. Como curiosidad, esta última franquicia continúa abierta, en Bend, Oregón (EEUU); pues tras un acuerdo con la marca lograron conservar el nombre.

Kodak: No apuestes nunca todo a un sólo caballo

     La historia de esta empresa es, simplemente, increíble. Líder del mercado de diseño, producción y comercialización de equipo fotográfico durante todo el siglo XX, realizó verdaderas proezas. Fue una cámara Kodak la que grabó, en el 68, la llegada del hombre a la luna; y en los 70, el noventa por ciento de las películas vendidas en EEUU eran producidas por ellos.

    ¿Cómo es posible que una empresa así cayese en desgracia? Bueno, lo cierto es que, desde el principio, obtenían sus ingresos de forma muy poco diversificada. El setenta y dos por ciento de sus ingresos provenía de los cartuchos de tinta para realizar las películas con sus cámaras, Hasta la llegada de la nueva generación, su propio invento, las cámaras digitales, cometieron el error de invertir todos sus recursos tan sólo en este producto, sin dejar ninguna bala en la recámara. El resultado fue bueno por un tiempo. ¡Recuerdo que mi padre tenía una de esas! Con una carcasa granate que era preciosa... Pero el futuro estaba, desgraciadamente, en las cámaras integradas a los teléfonos móviles. La inversión había sido un fracaso. En 2010 el mercado fotográfico sufrió una bajada del diez por ciento, y la empresa, Kodak, se resintió un cuarenta y ocho por ciento. El 11 de enero de 2012 se declarará en banca rota. 

     Actualmente, trata de resurgir en el mercado. Fiel a su pasado, en el Consumer Electronics Show de 2015, un gran evento celebrado todos los años para que las compañías exhiban sus nuevos avances, presentó su primer smartphone, con una cámara de gran calidad. Tristemente, no tuvo ningún éxito, y desde entonces, poco más se sabe de
ella.


BIC: Nadie puede servir a dos amos y contentarlos a ambos

     La compañía francesa fundada en 1945 es por todos conocida. Me jugaría un par de euros a que cualquiera de nosotros tiene, al menos, un boli BIC en su casa. Supuestamente, su tinta da para trazar una línea de un kilómetro de largo. Claro, ¡que lo compruebe aquel al que le apetezca! ¡Como mucho te devolverán los treinta céntimos que pagaste por él! .


    La marca, siempre se ha dedicado a los productos desechables de bajo coste. Sus bolígrafos suponen el cincuenta por ciento de sus ingresos, sus mecheros, el veinticinco, y sus cuchillas de afeitar, el diecinueve. Pero no es bueno ser conformista. Decidieron, expandir sus mercados, nada menos que al de la ropa interior femenina. Por supuesto, el resultado fue nefasto. Creo, que no es necesario ser un genio para saber que, en lo íntimo que supone la ropa interior, los clientes demandan calidad. Y aunque es posible que estos productos de BIC la tuviesen, su imagen de marca como productor de objetos desechables no contribuye demasiado. El fracaso fue tan estrepitoso que les concedió nada menos que un lugar en el Museo de los Productos Fracasados de Michigan.



Cereal Hunters: Una moda pasajera

     Esta empresa, no tan conocida como las anteriores, se describe a sí misma en sus redes sociales como la primera cafetería de cereales en España. Tienen cuatro negocios: en Madrid, Barcelona, Andorra y, curiosamente, Colombia. Ofrecen un sinfín de tipos de cereales diferentes, con batidos o leche de colores. Sin embargo, antes de esto tuvieron un negocio en Valladolid que terminó por cerrar.

    Hay algo que ellos hacen algo muy bien: Publicitarse en las redes sociales. Su contenido es muy llamativo y pintoresco. Así, cuando abrieron todo el mundo estaba deseando ir a sacrse la foto. Eso está muy bien. Sin embargo, no supieron retener al público, lo cuál terminó por llevarles al cierre. El comienzo del trabajo fue todo un éxito, sin embargo, la falta de un buen remate que concluya como es debido la idea es lo que les habría sido necesario para mantenerse en el mercado.

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